Cada vez son menos las organizaciones que observan los sistemas de gestión con escepticismo y confirman que por más burocracia que resulte su implantación, proporcionan un arnés indudable ante situaciones de riesgo.
Lo que resuelven los sistemas de gestión no es otra cosa que una estructura en la organización de los medios de la empresa, además de otras ventajas de orden competitivo que justifican casi siempre su necesidad más inmediata (participación en mercados globales, exigencias de clientes, concesiones públicas, subvenciones. etc.). No obstante, desarrollan una operatoria y unas instrucciones que son muy valoradas en momentos en que se necesita una respuesta rápida y eficaz.
En materia de prevención de riesgos laborales, el estándar de calidad aplicable es la norma ISO 45001, cuyo objetivo es permitir que una organización garantice unas condiciones laborales seguras y saludables. Es importante conocer que su aparición supuso la anulación de la certificación OSHAS 18001 para reconfigurar el concepto de riesgo más allá de la seguridad en el trabajo. Este se observa en todas las actividades y peligros, y para todas las personas. No solo la plantilla, también personas externas visitantes y público en general.
No se me ocurre mejor manera que relacionar la política de gestión de calidad con la situación actual de crisis por COVID 19, para conocer qué ventajas puede brindar la implantación de un sistema de seguridad y salud en la organización.
La norma ISO 45001 establece que para identificar y evaluar correctamente los riesgos existentes en el trabajo es necesario establecer una planificación, que tenga en cuenta no sólo requisitos legales, sino aquellas situaciones de emergencia como la situación del COVID 19 y cómo responder a ellas. Esto implica conocer qué acciones se van a poner en marcha y cómo se van a desarrollar, en términos de responsabilidades, fechas y operaciones de seguimiento.
Incluso para aquellos puestos de trabajo que no implican riesgo de exposición profesional al COVID 19 (no sanitarios y asistenciales, movilidad, labores de limpieza, laboratorios y funerarias) la empresa debe adoptar, obligatoriamente medidas preventivas basadas en evitar o disminuir el riesgo de exposición. En su caso, la organización tiene que planificar acciones que den respuesta a estos requisitos y valorar la implantación de las medidas preventivas. Todo ello debe ser incorporado al sistema como información documentada, lo que justifica una revisión real de las posibilidades acordadas y recomendadas por las Autoridades Sanitarias.
Uno de los requerimientos de la ISO 45001 es el establecimiento de controles que deben guiar las operaciones, también en caso de emergencia. Como primera norma se establece eliminar el peligro, justificando la posibilidad de aislamiento de las personas trabajadoras afectadas o con probabilidades de peligro serio. En segundo orden de prioridades, se ordena utilizar elementos de reorganización del trabajo y solo en caso de no ser posibles las anteriores medidas, el uso de equipos de protección Individual. De esta forma, la norma proporciona una guía para justificar un orden de criterios con base en normas de calidad.
En cualquier caso es importante que la empresa realice una revisión y actualización
de los planes de continuidad ante emergencias, así lo establece el Criterio Operativo sobre las medidas y actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, relativas a la crisis del COVID 19. La documentación de un plan de emergencias justifica la adopción de las medidas oportunas en base a decisiones que han tenido en cuenta la identificación de peligros potenciales.
De facto, la adopción de un plan de emergencias permite asegurar figuras responsables y canales de comunicación para resolver la situación de crisis favorablemente. No solo eso, es importante que todas las personas con responsabilidades en la implementación del plan, las entiendan y que estén entrenadas para cumplirlas en forma práctica. Por todo ello, se hace necesario la provisión de formación y el ejercicio de pruebas periódicas para evaluar la capacidad de respuesta.