Cuando una empresa quiere demostrar su capacidad en el cumplimiento de requisitos y dentro de una gestión de calidad, busca algún tipo de certificación internacional.
Es así como muchas empresas asumen sistemas de gestión al amparo de una normativa de consenso internacional, como puede ser OSHAS. Esta norma, de origen británico, pretendía en su primera edición en 1999 y sucesivas, dar respuesta a las necesidades de certificación en seguridad y salud en el trabajo.
La última versión de la norma, OSHAS 18001:2007, ha tenido una evolución significativa en cuanto al porcentaje de empresas certificadas. Durante los últimos cinco años el incremento de las certificaciones ha sido superior al 15% anual, a pesar de la crisis globalizada de los mercados.
Pero en marzo de 2018 se publica la primera norma internacional de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo: la norma ISO 45001: 2018. Con ella se busca que la organización garantice unas condiciones laborales seguras y saludables, para la prevención de los daños y del deterioro de la salud relacionados con el trabajo.
Como sucede siempre que entra una norma en vigor, las empresas que estén certificadas en base a OSHAS 18001 tienen que adaptar su sistema de gestión a la nueva norma ISO 45001, desarrollarlo y certificarlo. ¿Pero cuáles son las principales diferencias?
Para empezar, la norma ISO 45001 fortalece las competencias de los niveles más altos de las empresas en cuestiones relativas a la seguridad y salud laboral, que pasan a ser áreas estratégicas del negocio. Por otro lado, tiene muy en cuenta la gestión de los riesgos de cada organización considerada en su propio contexto.
Es así como el liderazgo del sistema de gestión de seguridad y salud cobra especial relevancia y se enfatiza la participación de los trabajadores en todos los niveles de la organización. La nueva norma requiere diseñar una política de seguridad y salud en el trabajo, definir roles y responsabilidades y asumir compromisos concretos por parte de la alta dirección.
La gestión del riesgo es un concepto que ya estaba reflejado en la norma OSHAS 18001. Sin embargo, en la norma ISO 45001 se adopta un tinte preventivo con el objetivo de identificar todas las actividades que pueden suponer un riesgo a las personas trabajadoras, así como visitantes y público en general. En particular, las empresas deben considerar sus impactos sobre las personas contratadas externamente o subcontratadas.
Esta norma establece como novedad que para identificar y evaluar todos los riesgos de un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo, hay que analizar el contexto y comprender las necesidades de las partes interesadas. Esto se refleja en la recomendación de definir un análisis DAFO y contemplar entre las partes interesadas a los sindicatos y a la Autoridad Laboral, como mínimo.
Un riesgo es un efecto adverso y su previsión asegura que la organización no sufra un impacto negativo. Por este motivo, la gestión de los cambios, ya sea en la forma de trabajar, equipos, legislación, nuevos productos… debe obedecer un proceso específico, que someta las decisiones a control y que tenga como salida la actualización de la documentación del sistema.
Principales novedades de la norma
- Facilita la implantación simultánea con otros sistemas.
- Introduce el concepto de bienestar laboral.
- Mayor control operacional.
- Hincapié en la mejora y desarrollo de indicadores.
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